martes, 5 de abril de 2011

SIMULANDO UNA FAMILIA DECENTE. Capítulo IV

Pequeño Timi es huérfano. Lo es del modo en que son huérfanos los peluchónidos: desde el momento en que alguien los compra. Parece un contrasentido porque, aparentemente, la vida de un peluche debería comenzar cuando es singularizado dentro de la masa, es elegido entre el pelotón de similares y es adornado con un nombre. Pero no, amigos.Las reglas de los peluchónidos son claras Cuando Timi fue comprado formaba parte de una remesa de ejemplares, ubicada en una tienda TODOACIEN, también conocidas como DELOSCHINOS. Esa remesa era su familia. Podía elegir quién era su padre, quién la madre, cuáles los tíos...Al ser arrancado, mediante precio, de su entorno, se convirtió, automáticamente, en huérfano; adoptado, pero huérfano.
El tío y tutor de Timi es el coronel Flagerty, un tipo duro y de estricta moral, encargado de administrar su pensión.
Flagerty, no aprobaría el estilo de vida de Timi: un single, con una voz prodigiosa que no sabe o no quiere rentabilizar, y que vive apelotonado en una cama, confundiendo libertad con libertinaje.
Por eso Timi, que no quiere arriesgar su asignación, engaña a su tío, haciéndole creer que está felizmente casado (Flagerty no admitiría otra opción) con la mona Elisa y son padres de una encantadora criatura, que en realidad es Litelboy, pero al que la mona viste de niña porque dice que las niñas dan más juego. De Litel hablaremos más adelante.
Todo este juego de fotos familiares falsas, de videos trucados.. que emplea Timi para tener a Flagerty tranquilo, está teniendo una inesperada consecuencia. Timi se encuentra muy a gusto en la piel del suplantador y empieza a soñar con hacer realidad la ficción.
Espera la ocasión propicia para tener un detalle romántico y la mona Elisa, una acráta incorregible, que desprecia los tópicos y el sentimentalismo fácil, interpreta el gesto como una parodia del cortejo.
Timi comprende que el camino hacia el AMOR está sembrado de espinas.